¿Cómo se pueden llevar a cabo las operaciones con drones de BVLOS en Europa, especialmente utilizando una estación de acoplamiento para drones? Cuando se trata de volar drones en Europa, es importante entender la normativa y toda su arquitectura. Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) supervisa las regulaciones en 27 países de la Unión Europea y en otros 4, incluidos Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, para garantizar operaciones de drones seguras y estandarizadas.
Recientemente, realizamos un seminario web con Matteo Natale, director de estándares técnicos de DJI, centrado en desglosar Normativa de drones de la UE, desde los aspectos básicos hasta las operaciones en los muelles, al tiempo que arroja luz sobre los componentes clave que los operadores de drones deben comprender.
El marco reglamentario de la UE
Hay dos regulaciones principales que guían las operaciones de drones en Europa: el Reglamento Delegado 945 y el Reglamento de Implementación 947.
Reglamento Delegado (UE) 945/2019:
El Reglamento Delegado 945 describe las especificaciones para los procesos de diseño y fabricación de los sistemas de aeronaves sin tripulación (UAS). Establece los requisitos para garantizar la seguridad, la fiabilidad y la conformidad de los productos de UAS en la Unión Europea.
Reglamento de Ejecución (UE) 947/2019:
El Reglamento de ejecución 947 establece normas y procedimientos que rigen la operación de los sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) y del personal, como los pilotos remotos, dentro de los estados de la UE. Define los requisitos operativos para garantizar actividades seguras y estandarizadas con drones en todos los estados miembros.
Clasificación de las operaciones con drones
El espacio aéreo europeo clasifica las operaciones aéreas en tres tipos principales. La regulación en Europa sigue el concepto de proporcionalidad. Estas categorías se adaptan en función del nivel de riesgo asociado a las diferentes operaciones con drones. Este marco regulatorio se aplica tanto a las operaciones comerciales como a las no comerciales.
Categoría abierta
La categoría abierta se refiere a las operaciones aéreas de bajo riesgo con una participación mínima de las autoridades. Sin embargo, hay varias restricciones técnicas y limitaciones de vuelo que hay que tener en cuenta. Los operadores solo tienen que registrar sus drones, comprobar los requisitos de seguro estatales y volar dentro de los límites operativos establecidos por la subcategoría. El fabricante, que debe proporcionar a los drones una etiqueta de identificación de clase, se ocupa de cualquier restricción técnica. Sin embargo, estas operaciones se limitan únicamente a la línea de visión visual (VLOS) y no se pueden utilizar para Vuelos con Beyond Visual Line of Sight (BVLOS).
En esta categoría, los drones están restringidos a una altitud máxima de 120 metros sobre el nivel del suelo y no pueden pesar más de 25 kilogramos. La categoría abierta se divide a su vez en las subcategorías A1, A2 y A3.-- que pueden resumirse de la siguiente manera:
A1: sobrevuelan personas pero no sobrevuelan asambleas de personas
A2: vuela cerca de las personas
A3: vuela lejos de la gente
Categoría específica
La categoría específica implica un mayor nivel de participación por parte de las autoridades. A diferencia de la categoría abierta, los drones de la categoría específica pueden volar más allá de la línea de visión visual (BVLOS), a más de 120 metros de altitud y pesar más de 25 kilogramos. En general, las operaciones con drones comerciales que utilizan estaciones de acoplamiento para automatizar las operaciones de vuelo entran en esta categoría. Los operadores deben solicitar la autorización operativa del Autoridad Nacional de Aviación (NAA) mediante las siguientes aprobaciones:
POR: Es una metodología de evaluación de riesgos para los vuelos de drones en una categoría específica que ayuda a clasificar los riesgos, identificar las mitigaciones y establecer objetivos de seguridad. SORA ayuda a establecer las limitaciones operativas, los objetivos de capacitación, los requisitos técnicos y los procedimientos operativos.
POR: La evaluación de riesgos predefinida (PDRA) es un escenario operativo para el que la EASA ya ha llevado a cabo la evaluación del riesgo y se ha publicado como un medio aceptable de cumplimiento.
SETS: El STS es una operación predefinida descrita en la normativa de la UE. El operador no está obligado a obtener una autorización operativa para llevar a cabo una operación cubierta por un STS. Hasta ahora se han publicado dos STS:
- STS 01 — VLOS sobre un área terrestre controlada en un entorno poblado;
- STS 02 — BVLOS con observadores del espacio aéreo sobre un control.
SUERTE: El certificado de operador ligero no tripulado (LUC) es una certificación opcional que otorga privilegios, como iniciar operaciones en una categoría específica sin necesidad de autorización operativa. Los operadores pueden solicitar voluntariamente una evaluación a su NAA para evaluar su capacidad de evaluar los riesgos operativos.
Categoría certificada
La categoría certificada está designada como de alto riesgo y opera bajo un marco regulatorio similar al de la aviación tripulada. Esta categoría se aplica a las operaciones que implican riesgos elevados, como el transporte de pasajeros, el transporte de mercancías peligrosas y el sobrevuelo de grupos de personas con drones posicionados a más de tres metros.
Comprensión de la etiqueta de identificación de clase
De acuerdo con la normativa de la UE, los sistemas de aeronaves sin tripulación (UAS) se clasifican en siete categorías distintas conocidas como etiquetas de identificación de clase. Las especificaciones y características físicas del dron son las que determinan su clasificación. Estas etiquetas van del C0 al C6, con drones de la clase C0 que pesan menos de 250 gramos y los de la clase C6 que pesan menos de 25 kilogramos. Se aplican tanto a las categorías abiertas como a las específicas.
Los siguientes son los requisitos técnicos y las limitaciones para todos los drones con etiquetas de clase:
Estas etiquetas brindan claridad tanto a los operadores de drones como a las autoridades reguladoras. Garantizan que los drones se adapten adecuadamente al nivel de riesgo asociado a su operación. Al clasificar los drones en clases específicas, las regulaciones se han adaptado para abordar los diferentes niveles de riesgo que representan los diferentes tipos de drones. Este enfoque promueve la seguridad, la responsabilidad y la estandarización en toda la industria de los drones.
La categoría específica incluye las etiquetas de clase C5 y C6. Requieren la implementación de un sistema de geocageo, que permita a los pilotos remotos establecer un perímetro virtual y un límite programable para sus operaciones. Además, debe estar disponible un sistema de terminación de vuelo (FTS) para emergencias.
Requisitos de identificación remota
Según la EASA, a partir del 1 de enero, las operaciones en la categoría abierta requieren drones con una etiqueta de clase. Sin embargo, si ya has comprado un dron sin etiqueta antes de enero de 2024, aún puedes volarlo en las subcategorías A1, A2 y A3, según el peso del dron. Además, a partir del 1 de enero de 2024, todos los drones de la categoría específica y aquellos con etiquetas de clase 1 o superior deberán tener un sistema de identificación remota activo.
La identificación remota permite a los drones proporcionar información de identificación y ubicación mientras están en el aire, que se puede recibir a través de una señal de transmisión. Esta función es esencial para la seguridad y la protección en tierra en las operaciones con drones. Además, las identificaciones remotas ayudan a la EASA, a las fuerzas del orden y a los organismos reguladores a identificar si los drones operan de forma insegura o en áreas prohibidas.
Obtención de aprobaciones operativas para las operaciones de categoría específica
La categoría específica abarca una amplia gama de actividades, desde iniciativas comerciales hasta misiones especializadas que requieren un mayor nivel de participación por parte de las autoridades reguladoras. Para garantizar el cumplimiento y la seguridad, los operadores deben someterse a un riguroso proceso de obtención de aprobaciones. Al comprender y seguir estos pasos, los operadores pueden sortear las complejidades de la categoría específica.
- Concepto de operaciones (ConOps): En la industria de los drones, ConOps describe cómo se utilizan los sistemas de drones en entornos operativos específicos. Detalla las funciones de los drones, las responsabilidades de los usuarios, los diversos escenarios de vuelo y misión, así como los protocolos de mantenimiento y soporte, y guía a las partes interesadas en las etapas de desarrollo, implementación y uso.
- Evaluación de riesgos: Esta evaluación ayuda a evaluar los peligros potenciales y evalúa el nivel de riesgo asociado con la operación propuesta de drones. Estas evaluaciones podrían consistir en una evaluación de riesgos de operaciones específicas (SORA), una evaluación de riesgos predefinida (PDRA), un escenario estándar (STS) o un certificado de operador de un UAS ligero (LUC), como se mencionó anteriormente.
- Entrenamiento: Los operadores deben recibir una formación específica para demostrar su competencia en la operación de drones dentro de la categoría específica. Estas sesiones de capacitación podrían cubrir temas como la planificación de vuelos, la respuesta a emergencias y el cumplimiento de las regulaciones. La formación garantiza que los operadores tengan las habilidades y los conocimientos necesarios para llevar a cabo las operaciones de forma segura y eficaz.
- Aprobaciones: Las autoridades nacionales de aviación evalúan las ConOps propuestas y, si se cumplen todos los requisitos relacionados con la mitigación de los riesgos potenciales, otorgan la aprobación para que la operación continúe.
- Vuelo: Una vez que se hayan completado las aprobaciones, se pueden realizar las operaciones del dron.
Comprender en detalle la evaluación de riesgos de operaciones específicas (SORA)
Según la EASA, «SORA es una metodología para la clasificación del riesgo que representa el vuelo de un dron en la categoría específica de operaciones y para la identificación de las mitigaciones y de los objetivos de seguridad». Los siguientes 10 pasos explican el proceso para obtener la aprobación de la SORA.
1. Concepto de operaciones (ConOps): Presentar el sistema y las operaciones de una organización a las autoridades pertinentes para su aprobación.
2. Clase de riesgo terrestre intrínseco (GRC): Determinar el riesgo inherente del suelo en función de factores como la presencia de personas o edificios.
3. Clase final de riesgo terrestre (GRC): Evaluar el riesgo terrestre después de implementar mitigaciones para abordar los posibles peligros.
4. Clase inicial de riesgo aéreo (ARC): Evaluar los factores de riesgo aéreo antes de cada operación, como la congestión del espacio aéreo o las condiciones climáticas.
5. Mitigaciones estratégicas del riesgo aéreo: Aplicar medidas previas al vuelo para mitigar el riesgo aéreo, como garantizar que los drones sean resistentes a la intemperie.
6. Mitigaciones del riesgo aéreo táctico: Implementar medidas durante el vuelo, como la programación automática de vuelo estacionario o de regreso a casa.
7. Nivel final específico de garantía e integridad (SAIL): Determinar el nivel de seguridad general mediante la combinación de evaluaciones de riesgo terrestres y aéreas.
8. Objetivos de seguridad operativa (OSO): Identificar los objetivos de seguridad específicos en función del SAIL de la organización.
9. Consideraciones sobre el área adyacente y el espacio aéreo: Desarrollar estrategias para mitigar los riesgos de invasión del espacio aéreo o las áreas terrestres cercanas durante las operaciones.
10. Portafolio de seguridad integral: Compilar todos los resultados de la evaluación en documentación de seguridad detallada.
SORA clasifica el riesgo de una operación en seis niveles, denominados niveles SAIL, que van del I al VI. Esta clasificación se deriva de una evaluación exhaustiva que combina los factores de riesgo terrestre y aéreo. Cada nivel de SAIL corresponde a requisitos específicos que los operadores deben cumplir, diseñados meticulosamente para mitigar los riesgos identificados inherentes a la operación. Al emplear SORA, los operadores pueden evaluar y gestionar eficazmente el panorama de riesgos asociado a las operaciones de sus drones, garantizando la seguridad y el cumplimiento normativo en todos los ámbitos.
Operaciones de SAIL II con DJI Dock y FlytBase
DJI Dock las operaciones se pueden realizar para los niveles de SAIL II, para lo cual es esencial alcanzar un nivel de riesgo terrestre de 3. Depende de factores como el tamaño de los drones y los muelles, así como de la densidad de población. Actualmente, el Matrice 30, junto con el DJI Dock, se puede volar fácilmente más allá de la línea visual sobre una zona poco poblada, mientras que el dron Matrice 3D, más pequeño, junto con el recientemente lanzado, Muelle 2 puede sobrevolar potencialmente un área poblada.
Sin embargo, la mitigación del riesgo terrestre, como los paracaídas, debe integrarse para reducir el riesgo terrestre hasta un nivel de 3. Además, un sistema de terminación de vuelo (FTS) es un elemento crucial a tener en cuenta, ya que podría ser necesario para operar los drones cerca de áreas adyacentes con un nivel de riesgo particularmente alto.
La normativa SAIL III de la EASA, publicada el 18 de diciembre de 2023, proporciona una guía completa sobre los sistemas de terminación de vuelo (FTS) en las operaciones con drones. Establece que los drones deben protegerse de los errores humanos, especialmente en situaciones que conducen a una pérdida de control. Estas situaciones abarcan varios escenarios, como choques con el suelo, la infraestructura o las personas.
El cumplimiento hace hincapié en evitar que los pilotos seleccionen parámetros que puedan resultar directamente en una pérdida de control, incluidas acciones como la selección de enlaces de comunicación no activos, la desactivación de las funciones de seguridad necesarias para la operación y la activación de los sistemas de terminación de vuelos durante las operaciones normales.
El cumplimiento hace hincapié en evitar que los pilotos seleccionen parámetros que puedan resultar directamente en una pérdida de control, incluidas acciones como la selección de enlaces de comunicación no activos, la desactivación de las funciones de seguridad necesarias para la operación y la activación de los sistemas de terminación de vuelos durante las operaciones normales.
FlytBase ofrece una plataforma de autonomía de drones de nivel empresarial para una recopilación simplificada de datos aéreos que permite vuelos automatizados de BVLOS utilizando estaciones de acoplamiento. Los usuarios pueden establecer geocercas personalizadas y administrarlas Zonas prohibidas para volar (NFZ) para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normas. La plataforma integra tecnologías avanzadas como los sistemas Detect and Avoid (DAA) y ADS-B para conocer el espacio aéreo, junto con opciones de conectividad a bordo y sistemas de recuperación en paracaídas. Además, se puede acceder a registros de vuelo detallados con informes automáticos en PDF para demostrar la seguridad y cumplir con la normativa.
Conclusión y camino a seguir
En conclusión, la normativa de la UE sobre drones proporciona un marco integral para garantizar el uso seguro y responsable de los sistemas de aeronaves no tripuladas. Desde la categoría abierta hasta la específica, cada nivel se adapta al riesgo asociado, lo que fomenta la innovación y prioriza la seguridad.
De cara al futuro, las actualizaciones recientes de la EASA traen cambios prometedores. Las operaciones de SAIL 3, que antes requerían un informe de verificación del diseño, ahora son más accesibles. Los fabricantes pueden declarar el cumplimiento a través de los medios de cumplimiento (MOC), lo que proporciona una vía para realizar operaciones más amplias más allá de la línea de visión visual (BVLOS) sin necesidad de procesos de verificación exhaustivos.
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Baisali Ghosh
As a Marcom Manager at FlytBase, Baisali oversees the content strategy, creation, and management! With over 7 years of experience in the drone industry and 3 years of it at FlytBase, she’s a self-proclaimed drone fanatic and is obsessed with all things geographical. In 2022, she has been recognized as the “Women to Watch in UAS” for AI/Autonomy category by Women and Drones.
When she’s not busy hosting FlytBase’s webinar series or organizing NestGen - a global drone autonomy focused event, you can find her exploring the Patagonian Desert, the Mid-Atlantic Ridge, or the Yellowstone Caldera on Google Earth.